viernes, 2 de agosto de 2024

Palestina


La sangre no deja de manar, la muerte y la guerra forman parte de la megalomanía del ser humano. Siempre hay gentes dispuestas a masacrar a otros en nombre de un dios, de la venganza, de la superioridad racial, del espacio vital, de la economía, de la divergencia política. Cualquier excusa es buena cuando la compran los unos y la defienden los otros, y deshumanizar al enemigo, matarlo de hambre, tratarlo como a un ratón en un laberinto hasta arrinconarlo por completo en un gueto minúsculo e insalubre, no es una técnica nueva, pero es sorprendente que precisamente aquellos que padecieron la persecución y el genocidio masivo y sistemático estén haciendo lo mismo con su pueblo vecino. No sé qué intereses geo estratégicos y políticos pueden ser tan poderosos como para no poner fin, de una vez por todas, a la masacre cobarde de todo un país.


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