De puntillas sobre el acantilado del futuro, como cada Nochevieja, releo algunas líneas que me han conmovido a lo largo de mi vida. Es una buena manera de mirar hacia atrás, de contemplar de frente esas palabras que, como los ladrillos de un edificio, han construido parte de mi hogar emocional.
“- La plegaria (…) es la forma vulgar, tardía, diluida por el racionalismo, de algo muy fuerte, activo y enérgico: el conjuro mágico, el acto de obligar a Dios.” “Doktor Faustus”, Thomas Mann
“El amor es una mirada que no descansa nunca, que no se satisface nunca.” “Un andar solitario”, Antonio Muñoz Molina
“Con sus dientes manchados de nicotina hablaba de amor de Dios”. “Fiesta al Noroeste”, Ana María Matute
“Desde la puerta del Red Bank, el disco blanco de un sombrero de paja destelló una respuesta: pasado.” “Ulises” James Joyce
“Tengo tanta conciencia de mi propio cuerpo, y me siento tan apartada de la habitual senda de la vida, que no puedo volver a escribir novela.” “Diario de una escritora”, Virginia Woolf
“Nosotros, los escritores alemanes de sangre judía, hemos sido los primeros en caer por Europa”. (París, 1933) “ Crónicas berlinesas”, Joseph Roth
“Y los libros, con sus ojos cerrados, en un orden de sumisos durmientes, me regalan desde su mudez una elocuencia mayor que cuando la luz obliga a mis ojos a violar el sanctasantórum de su tipografía (…)” “Voces para un tímpano muerto”, Miguel A. Zapata
“Llevaba en las botas barro que no podía limpiar en el felpudo, y traía conmigo sombras de las que el mundo del hogar nada sabía”. “Demian”, Hermann Hesse
“Hay recuerdos, como fotografías que, cuando los revelamos en la cubeta de la memoria (…) aparecen movidos o velados parcialmente.” “Julio Llamazares
“Todo discurso es, pues, revelador y a la vez culpable, ofrenda y lodo. La Boca es un gigantesco aparato de sospecha; la filología un empeño bélico”. “El Sistema”, Ricardo Menéndez Salmón
“Además de los tesoros de una lengua, los diccionarios son cementerios. Junto a las palabras vivas y recién nacidas albergan también, si son buenos, todas las voces que han caído en desuso o han desparecido para siempre.” “533 días”, Cees Nooteboom
“El jadeo pastoso y monocorde del enfermo llenaba toda la habitación y resbalaba por sus paredes”. “La madre”, Maxim Gorki
“Y cuando la noche llegó, no cubriéndolo todo sino abriendo el libro celeste de las doce láminas (…) “En salvaje compañía”, Manuel Rivas
Éstas, obviamente, son sólo una pequeñísima parte de todas las que me emocionaron, de todas las que subrayé (debo admitirlo, suelo subrayar y anotar en mis libros), de todas las que me hicieron cerrar el libro y retenerlas en el paladar, durante unos segundos, antes de continuar leyendo.
Para todos los que habéis tenido la paciencia de llegar hasta el final, de nuevo, feliz 2020.