Han matado a dos mujeres esta noche. La violencia no cesa. Crece aventada por la rabia, la impotencia, el fanatismo. Por una educación coja y cargada de prejuicios. Por una miopía miserable.
No sirve solamente legislar. También hay que educar en el corazón de cada casa. En las escuelas. Dando ejemplo. Abriendo ventanas. Tendiendo puentes.
Dos mujeres más han sido asesinadas esta noche. Dos víctimas visibles de este drama. Concretas. Reconocibles. Cuantificables. Pero nadie hace el censo de las que soportan en silencio su tortura. De las que se quitan la vida porque ya no les alcanza la esperanza. De las que, poderosas, valientes y aterradas, se enfrentan a su miedo y sobreviven.
¡Impulsemos la esperanza! 016
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