domingo, 19 de mayo de 2024

Lecturas


Hay tanto por leer, por aprender, por degustar. Hay tanta oferta antigua y nueva. Hay tanto vertido sobre los papeles impresos, vírgenes , inocentes, que me pregunto si merece la pena seguir emborronando el mundo. Hay tanto memorable y, sobre todo, hay tanto innecesario, repetitivo y fatigante, que resulta casi imposible separar el trigo de la nada vacía de palabras prescindibles, publicadas para mayor gloria del ego insustancial de quien lo escribe. Hay tanto, tanta sobreproducción marchita, tanta falta de autocrítica o criterio, tanto decir sin decir nada que, a veces, el desaliento me gana.


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