jueves, 5 de enero de 2023

La misión. Micro

 


La casa respira un silencio expectante. Entro muy despacio. El gas narcótico perderá efectividad enseguida y no puedo entretenerme. De puntillas me acerco al lugar indicado. Tengo que actuar con una precisión quirúrgica. Me detengo un segundo. Escucho las respiraciones densas. Tanteo ese crujido minúsculo que me ha llegado desde el otro lado de la casa. Nada. No ha sido nada. Continúo. Siento cómo galopa el corazón en mi pecho. Me agacho muy despacio. Ultimo la misión y salgo de puntillas, intentando no hacer ruido al cerrar la ventana. La siguiente casa está justo debajo. La madrugada ya está cerca. Hoy tampoco me detendrán por haber entrado ilegalmente en el continente, en el país, en las casas. Soy un sin papeles real que vive en un castillo volador en los confines de oriente, un negro privilegiado que rocía el mundo de los niños con los dones de la magia.

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