A todos los racistas, los clasistas, los que se creen mejores que los demás por un motivo u otro, me gustaría decirles que los cerebros, al nacer, son todos iguales. Que tienen el mismo color; que son democráticamente vírgenes e ignorantes; que no son pobres ni ricos, que no conocen a dios; y que, salvo excepciones, tiene la misma capacidad de aprendizaje y los mismos recursos. Es la sociedad, la escuela, la familia, el entorno, la fortuna, incluso si me apuran, el destino, el que logra poner a algunos de ellos en el camino adecuado mientras muchos otros se pierden para siempre en el aguacero de la vida.
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