Autor desconocido
Madrid se descompone, los cierres bajados de las tiendas quebradas parpadean confusos de garabatos impotentes, las aceras se derraman en orines de lágrimas, manifestaciones y alcohol, los viejos ultramarinos van mutado en bazares insalubres que hurtan al paseante el interior con atestadas e insípidas estanterías industriales.
La ciudad se parte y mira hacia el pasado en busca de esperanza mientras va marcando, con profundas líneas invisibles, los límites de la desesperación y la miseria. Se multiplican las sombras que revisan metódicamente los fangosos fondos de las papeleras, y los más viejos tiemblan pensando que cada día se da un paso adelante hacia el silencio.
Paloma Ulloa
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