Ir a la biblioteca para tomar prestado un libro, tiene algo de especial: la búsqueda del título elegido (¿estará disponible?), o el curioseo errante entre ficheros y estanterías, me despierta, todavía, cierta excitación vestida de entusiasmo infantil.
Después, cuando por fin encuentro mi tesoro, lo primero que hago es escarbar en las primeras líneas, recogiendo palabras de aquí y de allá, para ver cuánto me atrae la marea de frases que impulsa su autor.
Pero en este rito de las “palabras prestadas”, hay algo más: una curiosidad latente, casi escondida, sobre todos aquellos que ya acariciaron esas páginas antes que yo; el vínculo invisible e intangible que se crea con los que las poseyeron y con los que las poseerán después, anónimos tras los renglones, congelados en un gesto cotidiano: tal vez reclinados en una butaca preferida, o arropados entre las sábanas, en la más absoluta de las intimidades; quizá viajando en el vagón taciturno del tren o del metro, o sentados ante una humeante taza de café, junto a un ventanal, en cualquier cafetería. Y, a partir de aquí, y mientras me rindo a la realidad alternativa de mi libro de préstamo, todos ellos me acompañarán, cogidos de la mano de mi imaginación, hasta que vuelva, satisfecha, la tapa del ese libro, tras devorar la última línea.
1 comentario:
Estupenda reflexión la de los libros prestados, en la q me siento totalmente identificada. Fantástica sensación también la del momento en que se entreabre la puerta de la Biblioteca y se da un paso adelante para entrar en esa atmósfera íntima y acogedora, como un mundo aparte del exterior, y q a la vez se comparte con los q han tomado la misma decisión de disfrutar de ese espacio.
Felicidades por tu nuevo libro! y por la entrevista! Leyéndola entran ganas de recomendar el "Cuaderno de Viaje" a un familiar q quiere ir a visitar Madrid, y a un amigo q se acaba de ir a vivir allí!
Muy buena idea para conocer la ciudad desde otra perspectiva.
Y.. aunque un poco tarde.. te felicito también por tu éxito con "Las Adivinanzas del Rey del Mar". A mi me llegó gracias a las fabulosas ilustraciones de Claudia Moya, y es de agradecer q un descubrimiento en ilustración.. te lleve a otro, igual de fascinante, en narrativa.
Saludos!
Angels
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