29 de agosto de 2023
Señor ¿por qué me has abandonado? ¿Los hombres no quedarán indefensos sin mí? ¿No será el mundo más cruel y menos hermoso? ¿No verán en ti, padre, a un dios cruel que sacrifica a su hijo sin piedad y repetirán tu ejemplo?
En esta hora de tinieblas en la que me acosan las dudas y mis lágrimas amargan el fruto de la tierra, no me dejes solo.
Hazme una señal. Consuélame con la claridad de tu mirada.
La luz lo rodeó violentamente. Una enorme fuerza lo sostuvo por los brazos y el enfermero, armado con una jeringuilla, inyectó el sedante dulcemente, sin siquiera decir una palabra.
El psiquiátrico permaneció en silencio. El amanecer atravesó la ventana enrejada y él vio al Padre, claramente ante sí, justo antes de que la droga pusiera fin a su dolor.
Ilustración: Miguel Vega Arce
Texto: Paloma Ulloa
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