domingo, 29 de agosto de 2021

Reflexiones de un Minotauro que mira hacia el invierno


Se me clavan las fronteras en el alma. Me rompen los pulsos los ojos
  descerrajados de los niños aterrados que miran al ojo inquiero de nuestros televisores buscando ayuda y solo reciben indiferencia. Silencios obstinados. Apatía. Me pregunto qué memoria guardarán de nuestro olvido. Qué rencores alimentarán en el futuro. Qué piedad podrán desarrollar si nadie tiende su mano solidaria para darles un cobijo antes de que el invierno vuelva a abrasar los campos de refugiados. Haga intransitables las montañas. Coseche muertes bajo las corrientes de los mares.

jueves, 26 de agosto de 2021

Indiferencia

La indiferencia es una enfermedad que acabará matándonos a todos. 

El alma del ciudadano, hostigada por la angustia de la supervivencia, por el delirio de la consecución de estatus, por la lucha cotidiana, se ha hecho insensible al dolor ajeno. Ante el padecimiento de los demás damos un paso atrás. Arrugamos la nariz.

Nos encogemos de hombros. Nos convencemos de que nosotros nunca estaremos en la misma situación que ellos. 

La indiferencia es corrosiva. Nos deja a la intemperie. Nos condena a la repetición perpetua de la injusticia. Nos encapsula en una soledad desconsolada

lunes, 23 de agosto de 2021

Medio mundo se broncea al sol

 Los mercados advierten de  que si no se hace lo que ellos (sean quienes sean) quieren, retirarán sus inversiones. Provocarán una recesión. Atizarán la quiebra.

Grandes corporaciones anónimas viven de la extorsión. Del sacrificio ajeno. Del miedo.

Caen los feudos perdidos, las tiranías inmutables, los poderes perpetuos. Pero pronto sus ruinas serán ocupadas por la dictadura financiera, como ocurrió tras la caída del Gigante Rojo.

El fanatismo religioso proyecta su sombra sobre los confines de Europa.

Las mujeres son objetivo de guerra. Doblegadas, darán a luz a los hijos de los vencedores. 

Los peces mueren por centenares en el Mar Menor como si se estuviese cumpliendo una profecía milenaria.

Las pequeñas poblaciones ibéricas del interior se están quedando mudas, invisibles, despobladas. Necesitan mentes valientes que inventen un futuro para ellas. Nuevas industrias colaborativas que las saquen del silencio. Nuevas manos. Nueva esperanza.

Y mientras todo ocurre medio mundo se broncea bajo el sol. Soporta los incendios pertinaces. Las inundaciones violentas. Los terremotos. Y procura no mirar de frente  hacia el futuro azotado aún por la pandemia. Por el cambio climático. Por el re equilibrio geoestratégico.  Por la muerte de una era.

martes, 17 de agosto de 2021

La noche respira


Hoy la noche respira. Se ha levantado el peso que oprimía nuestros cuerpos contra el suelo. El verano sigue su camino. Los incendios devoran bosques centenarios condenados al olvido.

Las mujeres afganas huyen de la violación legal, de la asfixia, de la lapidación, del borrado. Estados Unidos cierra otro capítulo bochornoso sin victorias, sin remordimientos, sin dignidad. 

Haití vuelve a caer, aplastada por una naturaleza enfurecida. Por una pobreza crónica. Por un olvido endémico. 

La noche de hoy respira. Los niños inmigrantes nos aterran. Tememos sus miradas dilatadas, esperanzadas, diferentes. Queremos que se marchen. Que salgan de las impúdicas noticias. Que se cierren las fronteras.

Los patronos alemanes demandan la jubilación a los 70. La longevidad no es un regalo. La población es un recurso. Un bien re utilizable. Una herramienta.

La meretriz del pop se revende y se recicla. Renace secretando provocaciones lascivas tan viejas como el mundo. 

El verano se arrastra hacia el otoño. La política descansa su impericia dominguera. Silencia sus diatribas. Nos deja respirar por unos días.

viernes, 13 de agosto de 2021

Calor. Reflexiones del Minotauro


Calor. La ciudad se desploma sobre mí. Sobre nosotros. La mojigatería galopante naufraga en sus intentos de acallar, dominar, censurar. Pone en marcha campañas involuntarias, gratuitas, virales. Construye bandos. 

Calor. Los futbolistas multimillonarios lloran. Sus vidas cambian sin su consentimiento. Se abandonan a su suerte privilegiada. Algunos aficionados lloran también, haciéndoles los coros, aunque no sepan si podrán llevar el pan a casa el mes que viene. Aunque probablemente no puedan disfrutar de unos días de vacaciones este año. Aunque puede que se vean obligados a pasar el invierno sin el consuelo de la calefacción.

Calor. Los cuerpos se distienden junto al mar y a las piscinas. Ahora no se puede pensar. Ya veremos. Dios proveerá. No hay mal que cien años dure. Hay que dejar la mente en blanco. Acompasar la respiración. Relajarse.

Calor. Los talibanes afganos recuperan sus feudos. Los refugiados se marchitan, ignorados, invisibles, anónimos. Se cumplen sesenta años del nacimiento de la negra costura silenciosa que dividió Berlin, pero pocos recuerdan el horror continuado que supuso. 

Calor. Las eléctricas imponen dictaduras tarifarias. El íncubo de la recesión se asoma, delirante, espiando nuestros sueños, alimentando nuestras pesadillas, sembrando minas de miedo en el futuro.

Calor. El esfuerzo es castrador e infructuoso.  Abandonar está de moda. No hay culpa. No hay remordimiento. Podemos ahogar nuestra frustración en el abismo infinito de nuestras voraces pantallas.

Calor. El chirrido impotente del ventilador no logra refrescarme. La oscuridad llena los cuartos. Los susurros no contienen ya secretos, son hijos  del cansancio, la apatía, las deshidrataciones insondables. Los cuerpos sudorosos no alientan la pasión. Se ahogan en sus jugos, aplastados, deformes.

Mañana el Mercurio tejerá más espejismos sobre los asfaltos oxidados. El pensamiento volverá a divagar, asfixiado en la calima.

sábado, 7 de agosto de 2021

53


Un año más. El tiempo se desliza como un rio. Inunda mis recuerdos. Me abandona. Deja detrás de mí el limo de mis días. Por delante queda un tiempo indefinido. Un tiempo cuajado de esperanzas y, por qué no decirlo, también ensombrecido de temores. Un año más la vida me redime. Los proyectos me crecen en los dedos. La ilusión me mana, juguetona, como cuando era joven, más joven que estos días.