jueves, 24 de marzo de 2022

Pienso en dios


Pienso en dios. Pero su imagen se me escurre entre los dedos. Tiene la finura delicada de las mejores maravillas de las que es capaz el hombre y la brutalidad salvaje y sanguinaria de sus hijos. 

Pienso en dios. En el dios vengativo de la Biblia y en el Cristo cálido y comprensivo que cobija y perdona; en el buen compañero de camino, beligerante con los templos y los sacerdotes corrompidos; en el hombre pobre y sucio que elevó su voz alzando a un pueblo en rebeldía. 

Pienso en dios. En el silencio reverberante de sus templos. En el aroma de los cirios. En la anodina voz de un sacerdote punitivo que solo entiende de su gloria acomplejada.

Pienso en dios. Lo busco en cada uno de nosotros. Me gustaría tanto hallarlo, hablar con él, reprocharle su desidia.

Pienso en dios. La tarde languidece tan perfecta, sobre el giro insensible de la tierra, alrededor de un sol casi divino.


Real Basílica de San Isidro. León (España)

Llueve


Llueve. Occidente coquetea con la guerra. La Unión Europea es un conglomerado insolidario de intereses egoístas. Los mentirosos de la memoria ensucian con su voz el cansancio de los muertos. 

Llueve. La candidatura del infierno va ganando voluntades. Los políticos viajan en alfombras voladoras de promesas imposibles. Sonríen y hacen muecas de dolor que nadie  cree. 

Llueve. El mismo veneno beligerante bate las venas del siglo XXI. La misma convicción perversa llena los diarios. El mismo ardor guerrero nos asfixia.

Llueve. Llueven propagandas, mentiras y discursos. Llueve miedo, injusticia, pánico y hambre. Llueven bombas que destruyen el tejido imprescindible de la vida, que desgarran la carne inocente de los niños, que imponen el terror donde no cabe la razón.

Llueve.

viernes, 18 de marzo de 2022

Miedo


Miedo. Los aspirantes a dictador se afilan las insignias. El mundo se ha quedado detenido en este instante. La guerra eclipsa nuestras vidas.

Miedo. La sucia propaganda se adentra hacia el futuro. El horror en nuestros ojos se transforma en una rutina insensibilizadora.

Miedo.  Los enemigos de antes ya abren sus carteras para recibir el perdón por sus pecados. No hay principio que no pueda traicionarse. No hay temor que no pueda anestesiarse con la dosis adecuada de cinismo.

Miedo.

Artículo en el Periódico del Distrito de Hortaleza-Madrid



 

Me alegra compartir aquí el artículo que ha aparecido en Hortaleza Periódico Vecinal, escrito por Marina Domingo y cuyas fotografías son de Javier Portillo.




lunes, 7 de marzo de 2022

Infección

 


Infección en los oídos. El mundo se hace opaco como el lodo. 

Me revientan en el alma las bombas contra Ucrania.

Los corredores humanitarios parecen pasillos hacia el sometimiento. 

El tímpano entona conciertos de pitidos estridentes. Fantasmas sonoros que llenan mi cerebro.

De las geografías de la guerra mana sangre.

Los niños desgarran sus infancias en convoyes sin aliento.

Los misiles rusos cosen para siempre la incertidumbre en el futuro.

La voracidad del Tártaro es insaciable. 

Dolor. Los silbidos esquivos de las balas arrancan muertos a la tierra y cosechan odio y rencor en sus heridas.

Infección en mis oídos y en los oídos del mundo que tiritan ante una nueva guerra - televisada minuto a minuto-, más cercana y tan absurda e innecesaria como todas.