martes, 29 de mayo de 2012

Feria del Libro de Madrid 2012



Como cada año, y en esta ocasión con la mágica excusa del año Maya, estaré firmando "Barahonda y los Maya" (así como el resto de mis obras) en la Feria del Libro de Madrid.

¿La cita? El próximo día 8 de junio, a partir de las 18:30 horas, en la caseta número 69 de la librería Kirikú y la bruja.

¡Allí os espero!

miércoles, 2 de mayo de 2012

Reflexiones del Minotauro: La nueva era

Teseo y Minotauro

Dicen que los mercados dominan el mundo, que son la bestia que ahora maneja las pesadillas de los justos.

Dicen que la nueva era se impondrá, nos guste o no, y nosotros ya hemos dado la batalla por perdida. Pero todos sabemos que nada tiene de nuevo y que huele a rancio, a hambre de poder y de dinero, que al cabo son lo mismo.

Pero nosotros no luchamos, vivimos la agonía en directo a través de nuestros televisores y rogamos en silencio que la gran ola no nos alcance, que arrase a los demás pero que que se olvide de nosotros, aislados en nuestras casas de papel mientras los demás se hunden.

Pero ¿qué ocurrirá si el desastre se desata también en nuestros micromundos? ¿Qué pasará si la rugiente y colérica tormenta nos golpea y caemos al mar? ¿Qué amigos, qué demonios, qué criatura mística vendrá a rescatarnos mientras otros, como nosotros antes, se ocultan y se agazapan esperando no ser ellos los próximos en caer en desgracia?

martes, 1 de mayo de 2012

Vuelvo a Benedetti


Vuelvo a leer a Benedetti como quien retorna al mar en busca de equilibrio. Me pierdo en sus renglones, en sus vidas anónimas, en su fraseo sencillo y aromático y me recreo en las pequeñas cosas, en la descripción de una mirada, en el perfil reconocible de la vergüenza, en el ritual imperdonable de las inseguridades...

Vuelvo a Beneditti, como vuelto a Pessoa, a Ana María Matute, a Steinbeck, a Delibes, a Zweig, a Marguerite Yourcenar, a Virginia Wolf o a Lorca, como quien vuelve a un padre que le consuela y le aconseja, como quien retorna al origen para poder tomar el impulso necesario que le proyecte hacia el futuro, y en esa estancia cálida me recreo y descanso la mente para recuperarme del dolor de la creación, de la vida y del agotamiento, para llenarme con la nostalgia de un sur que desconozco, para escuchar el recuerdo de unos pasos sobre las aceras de Montevideo que, de tanto transitar por mi memoria, se han convertido en mi propio recuerdo.