
En su edición 2010, PhotoEspaña presenta una retrospectiva de la fotógrafa norteamericana Helen Levitt, todo un “delicatessen” para los sentidos… y para la imaginación.
Heredera del arte de “narrar” de paisajistas urbanos como Edward Hopper, Levitt capta la vida interna de las personas y su entorno, y transporta al observador a un mundo paralelo y lleno de posibilidades en el que especular sobre su origen y su destino.
También los formatos de las copias juegan a introducirnos en la narración de manera que, en ocasiones, parece que nos asomamos a una ventana de cualquier calle de Nueva York; mientras que otras veces nos encontramos ante minúsculos escenarios que obligan al espectador a acercase mucho a la obra, como si fuesen a ser los depositarios de un secreto, de un regalo privado que, como en la literatura, conecta al autor directamente con el “lector de imágenes”.

Intuitiva en su reflexión, Helen Levitt toca temas impactantes sin hacernos sufrir el dramatismo exacerbado al que estamos acostumbrados en el reportaje y así, el niño negro que juega con una pistola, tiene una mirada inocente, limpia, que se pierde por uno de los márgenes de la fotografía y le lleva, tal vez, a los confines de un mundo de narraciones radiofónicas, habitado por valientes cowboys y caballos desbocados; el hombre que mira a través de unos prismáticos espía a alguien que está fuera de nuestro alcance; y los niños que duermen o se acurrucan arrullados por el metro, reciben la caricia detenida en la cabeza del bebé, en la mirada inmensamente concentrada de la madre, en la comprensión pacífica y cómplice del espectador emocionado…

Helen Levitt ©
1 comentario:
Muy buena pinta. Excelente recomendación. Besos, Pedro
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